Miedo, preocupación, hermetismo. Los ánimos están caldeados entre algunos padres de alumnos del Colegio Belgrano, sobre uno de cuyos maestros pesa una denuncia por presunto abuso sexual. El docente, que enseñaba la materia Religión, fue separado de su cargo por la institución y se encuentra detenido, pero los padres continúan temerosos e indignados, según señalaron este mediodía a LA GACETA. "Estamos muertos de pánico", reveló una mamá que prefirió que no se publicara su nombre. 

"Yo hablé con mi hijo y le expliqué qué ocurre. Afortunadamente a él no le sucedió nada, pero uno nunca sabe qué puede pasar por la mente de un perverso. El colegio está ahora incrementando sus medidas de seguridad, pero lo que queremos es que se haga justicia. Esto es un daño irreparable para los chicos", agregó la mujer. Su marido indicó que, tras la difusión de la denuncia, los padres vienen sosteniendo frecuentes reuniones para debatir el tema. "Todos los días conversamos al respecto. De todos modos, el trabajo debe ser conjunto entre los educadores y la familia", reflexionó.

Un tercer hombre que también pidió reserva de su identidad sintetizó el sentir general con esta frase: "tenemos muchísima preocupación, indignación y pérdida de confianza". A su lado, otros padres coincidieron, aunque muchos se negaron a hacer declaraciones.

Tampoco quisieron hablar las autoridades del colegio, que comunicaron a LA GACETA su decisión de no dar más entrevistas a los medios. "Ya dijimos todo lo que teníamos que decir. Para más información deberán dirigirse a Tribunales", señaló una empleada. Las clases, mientras tanto, se desarrollan con normalidad.

Según trascendió ayer, el colegio instalará nuevas cámaras de seguridad en los patios y pasillos, realizará tests psicológicos a los docentes y aumentará maestras auxiliares en las aulas.