En la madrugada de hoy, los hermanos Christian (40) y Martín Lanatta (41), que cumplían condena perpetua por su participación en el triple crimen del caso efedrina, en 2008, se fugaron de la Unidad 30 del Servicio Penitenciario de Buenos Aires, en General Alvear. Con ellos también huyó Víctor Squillaci Bonini, también condenado por el asesinato en General Rodríguez de quienes estaban cumpliendo la pena por los asesinatos de Sebastián Forza (34), Damián Ferrón (37) y Leopoldo Bina (35), según la agencia Télam.

Según publica el sitio Alvear Ya, la fuga sucedió a las 2.30 de la mañana, luego de que los fugitivos maniataran a los guardiacárceles y escaparan con un rehén. "Los internos lograron escapar en la madrugada de hoy vistiendo ropas oscuras utilizadas comúnmente por personal del servicio penitenciario. Amenazaron con un arma de fuego a la guardia; y para huir utilizaron a personal del servicio como rehén y un auto de apoyo que dejaron a las pocas cuadras", dijeron en un comunicado los voceros del Servicio Penitenciario. Los evadidos escaparon a bordo de un automóvil Fiat Uno de la unidad penitenciaria, que abandonaron para seguir viaje en una camioneta negra que los esperaba en proximidades del penal.

Poco después, esa camioneta fue registrada mientras viajaba en dirección al aeropuerto internacional de Ezeiza a toda velocidad.

Como consecuencia, María Eugenia Vidal, gobernadora de la provincia, dispuso la remoción de toda la jefatura de esa fuerza, junto con el jefe de la Unidad Penal del General Alvear, además de abrir sumarios internos y una denuncia judicial. El nuevo jefe a cargo del servicio es Fernando Díaz, subjefe del servicio penitenciario nacional, según informó Infobae.

Los antecedentes

Los hermanos Lanatta ya habían intentado fugarse en diciembre de 2013, aquella vez junto a Marcelo Schillaci, con quien cumplían condena en el penal de Sierra Chica. Sin embargo, el escape fue descubierto. En ese intento, la metodología que emplearon fue limar las rejas de las celdas y organizaron la salida con ayuda externa, mediante celulares que tenían escondidos.