La Administración de Parques Nacionales (APN) realizará un operativo especial para este lunes con el fin de acompañar los 345 vehículos competidores. Será 11 kilómetros en que los vehículos oficiales resguardarán que se vulnere el ambiente y que los autos de competencia no superen los 60 kilómetros por hora.
En declaraciones al diario La Nación, Emiliano Ezcurra, vicepresidente de la APN aclaró que "los corredores no podrán salirse del camino y no estará permitido el sobrevuelo de helicópteros".
La denuncia
El reclamo de la Fundación para la Defensa del Medio Ambiente (Funam), explicitado en la denuncia penal presentada en un juzgado federal de Córdoba, solicita la prohibición del paso por ese sector del recorrido.
"Esta competencia, que representa altos riesgos sobre la vida de personas transeúntes, la fauna nativa y el ganado, que destruye patrimonio cultural, que puede producir incendios en áreas naturales y campos de cultivo, que produce impactos sonoros, es también repudiada por pobladores y vecinos de esta área, pues ven afectada de manera directa su forma de vida. Nos solidarizamos con las comunidades aborígenes y movimientos sociales y ambientales que a lo largo de la Argentina y países vecinos luchan contra el atropello que significa el paso del Rally Dakar. Adjuntamos el Petitorio formalmente presentado al Directorio de la APN", dice Rosario Jara, de Funam, en una publicación de su muro de Facebook. Por su parte, guardaparques del lugar dijeron que en la edición pasada se registró un incendio de un camión en el Parque, además de que no se realizaron controles de velocidad ni se respetaron sectores prohibidos.
La respuesta del ministro de Medio Ambiente Sergio Bergman fue que esta edición será la última en la que la carrera atraviese un parque nacional: "Para el año próximo exigiremos un estudio de impacto ambiental para todo el circuito y no permitiremos que esta carrera vuelva a atravesar un parque nacional".
El titular de Funam, Raúl Montenegro, agregó que "las áreas de ambiente de Córdoba y la Nación actúan como escribanías de la empresa francesa Amaury Sport Organisation, ASO, pues aceptan sus estudios mal hechos presentados un par de meses antes del inicio de la competencia. En Francia y Argentina los funcionarios nacionales y ASO presentaron la edición 2016 sin que estuvieran autorizados los recorridos. En nombre de los negocios y el dinero vienen transformando las evaluaciones de impacto ambiental en una burla que le termina costando la vida a personas y destrozando ambientes únicos".