Tras la confirmación del primer caso en Argentina, te respondemos cinco preguntas claves para entender esta enfermedad.
Tras la confirmación del primer caso de zika en el país (un paciente de Buenos Aires que habría contraído el mal en Colombia), se disparó la alarma por esta enfermedad que es contagiada por el mismo mosquito que transmite el dengue. Acá te contamos todo lo que hay que saber sobre ella y cómo prevenirla.
1- ¿Cómo se contagia?
Se transmite por las picaduras del mosquito aedes aegypti, el mismo que contagia el dengue y el chikungunya. El gran problema en América Latina es que este tipo de mosquito se encuentra prácticamente en todos lados.
2- ¿Cuáles son los síntomas?
Se cree que la mayor parte de los enfermos no presenta síntomas. De hecho, el cálculo que hacen en el hospital Gutiérrez, en Buenos Aires, es que una de cada cuatro personas puede mostrar algún síntoma. Más allá de esto, la enfermedad suele presentarse con fiebre, sarpullidos, dolores en las articulaciones y enrojecimiento de los ojos. Estos signos no duran más de una semana.
3- ¿Por qué genera tanta alarma?
En Brasil se ha producido un brote de zika el año pasado. Y, paralemente, se multiplicaron los nacimientos de bebés con microcefalia, una afección que hace que los chicos nazcan con la cabeza más chica que lo normal y con el cerebro mal desarrollado. Mediante varios estudios se llegó a la conclusión de que puede haber vínculos entre esta enfermedad y las malformaciones. Se han contabilizado unos 4.000 casos en 2015, según La Nación.com. Por eso se les recomienda a las embarazadas que no viajen a las zona de riesgo.
4- ¿Cuáles son las zonas más peligrosas?
La enfermedad se está propagando rápidamente por el continente. Sin embargo, hasta ahora los lugares en los que más casos se detectaron son Colombia y Brasil.
5- ¿Cómo se la previene?
En primer lugar, las embarazadas no deben viajar a los países en los que circular el virus. Aquellos que no puedan evitarlo deben extremar las medidas de prevención. La más importante es usar repelente de manera permanente para evitar la picadura de los mosquitos. En casa hay que hacer lo mismo que se hace para combatir el dengue: erradicar todos los recipientes en los que pueda acumularse agua y protegerse con repelente, entre otras cosas.