Visiblemente angustiado por su futuro, sabiendo que solo sus fueros lo mantienen libre y de paso por Salta para conocer más sobre la causa que se sigue en su contra, el suspendido juez federal de Orán, Raúl Reynoso -acusado de encabezar una asociación ilícita que beneficiaría a narcotraficantes- visitó LA GACETA y habló de todo. 

Llegó acompañado de su hijo y contó que vino a la ciudad a ver a sus hijas y a realizarse estudios médicos, dado que la agobiante situación que vive ha golpeado duro en su salud. Aunque en algunas respuestas evitó dar precisiones no puso ningún cuestionamiento ni mostró molestia ante pregunta alguna.

Entre la decepción por las acusaciones que recibió de parte de colegas con los que compartió varios momentos de su vida, como así también de personas que trabajaron con él, Reynoso negó enfáticamente haber recibido beneficios económicos a cambio de sus resoluciones judiciales. Afirmó que sus fallos siempre fueron acorde a la ley aunque pueda discutirse su valoración, sin perjuicio de reconocer que pudo haberse equivocado en alguna decisión. De todas formas, confirmó que hay un apresuramiento en condenarlo y que todo se ha interpretado en su contra.

Alrededor de 15 causas son las que se analizan y en las que se cuestionan sus veredictos, entre los que se encuentran excarcelaciones a imputados por narcotráfico como José Luis Sejas Rosales, Miguel Farfán, Luis Cifré, Marcos Mastaka o Iván Cabeza. Al respecto, el juez sostuvo que siempre motivó sus decisiones en la ley y se refirió a si siente responsabilidad porque algunos de ellos estén prófugos.

Además de Reynoso otras siete personas están imputadas y procesadas por, presuntamente, formar parte de la asociación ilícita. Conocidos abogados de Salta y Orán como René Gómez, María Elena Esper, Antonio Valor y Eladio Gaona, empleados judiciales como Miguel Saavedra y César Aparicio y su hermana Rosalía Aparicio, serían el resto de los integrantes que, cada uno con su rol, acordarían los montos y gestionarían los pagos. Reynoso habló de ellos y desmintió que tuviera algún trato especial.

Reynoso apuntó contra la interpretación que se le está dando a los distintos elementos que integran la causa y no evitó resaltar que siempre se sintió desprotegido cuando denunció las amenazas que tanto él como su familia sufrieron en los once años en los que ocupó el cargo de juez Federal en Orán, ya que nunca se avanzó sobre ellas, según contó.

Dentro de los próximos tres meses se realizaría el jury de enjuiciamiento que ordenó el Consejo de la Magistratura y que podría determinar la destitución de Reynoso como juez (por ahora solo fue suspendido). Reconoció que siente que seguramente eso sucederá y con ello, perderá los fueros y será detenido, ya que es el único de los procesados sobre el que se determinó la prisión preventiva. Dijo que ruega no ir preso pero que siente que es el único al que quieren ver tras las rejas, pese a considerar que no hay pruebas en su contra.