Policiales

Las torturas en la Comisaría eran habituales según una de las víctimas

Una de las personas que aparecen apremiadas en el video que sustenta la causa contó cómo lo trataban los imputados.
22 Mar 2016
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Al igual que ayer –cuando declaró Mario Luís Rodríguez-, hoy se presenció otra fuerte audiencia cuando Miguel Ángel Martínez, la otra víctima de las torturas impuestas presuntamente por policías de General Güemes, relató con lujo de detalles lo vivido el día que se filmó el video que disparó la causa.

Sin quebrarse contó que lo detuvieron una noche para sacarle información respecto de unos robos que había habido en Güemes. Según su relato, a la mañana siguiente los imputados Gabriel Gordillo y Héctor Ramírez lo interrogaron y comenzaron las primeras agresiones. Por la tarde Martínez y Rodríguez fueron llevados al patio de la Comisaría donde comenzaron las torturas que fueron filmadas.

“Nos esposaron por la espalda, nos desnudaron y comenzaron a mojarnos, hacía mucho frío”, recordó Martínez agregando que como no respondían a las preguntas que se les formulaban, según la víctima por desconocer las respuestas, los pusieron de rodillas y les ponían bolsas en la cabeza para asfixiarlos. “Yo gritaba pidiendo por favor que me dejen respirar porque al mojarte se te pega la bolsa en la cara”, agregó y hasta dijo que inventó cosas para satisfacer a los policías y que no lo sigan torturando.


Describió que Leonardo Serrano era quien lo puso de rodillas y le levantaba los brazos por la espalda para inmovilizarlo, mientras Matías Cruz le tiraba agua en la cabeza, Ramírez hacía preguntas y Gordillo ponía la bolsa en la su cabeza. Señaló que todos estaban vestidos de civil excepto Alberto Ontiveros, que era el oficial a cargo de la Comisaría y que miraba sin hacer nada.

Martínez dijo conocer a todos los imputados por sus antecedentes y porque algunos de ellos son de su barrio. La polémica se desató cuando señaló a la misma persona que ayer marcó Rodríguez como responsable de sujetarlo de los brazos y lo identificó como Serrano, mientras que la otra víctima dijo que su apellido era Ontiveros. El querellante Pedro García Castiella explicó a LA GACETA que Rodríguez confundió el apellido pero que ambos coincidieron en que el mismo sujeto físico era el que había realizado aquella conducta. 

La tortura como método frecuente

La víctima reconoció que llevó una vida complicada y que cayó detenido varias veces (hoy cumple una condena en la cárcel de Villa Las Rosas) y dejó atónitos a los presentes cuando afirmó que tanto él como otra gente que conoce fueron torturados más de una vez en la Comisaría 11.

García Castiella aclaró que los oficiales que no están imputados pero fueron señalados por Martínez como torturadores deberán ser sometidos a un proceso judicial aparte y que, en cambio, sí se citará a las personas que mencionó como otras víctimas de tormentos de parte de los oficiales acusados. 

“No solo te torturaban en la Comisaría, también te llevaban en auto por la ruta 34 y te golpeaban y ponían una bolsa en la cabeza mientras íbamos andando”, relató al tiempo que dijo que por medio de los apremios buscaban sacar información.

Consultado sobre por qué nunca nadie denunció los tormentos, Martínez explicó que no lo hizo porque otros conocidos lo habían hecho y nunca se avanzó en ello, “nunca se hizo justicia”, dijo y que por eso “no le convenía”.

Breve declaración del jefe de la Policía de Salta

Quien pasó por la Sala III del Tribunal de Juicio fue Marcelo Lami, la autoridad máxima de la Policía de la provincia. Sin embargo su declaración fue breve ya que se le hicieron pocas preguntas a las que respondió diciendo que su única participación fue ordenar la identificación de los policías que aparecían en el video.


El subjefe de Policía, Ángel Silvestre, también declaró ya que fue quien viajó a Güemes el día que se difundió el video para identificar a los responsables, quienes en su mayoría no trabajaban en esa Comisaría ya, debido a que el video fue grabado en 2011, un año antes de salir a la luz.

Martínez amplió su denuncia diciendo que Roberto Barrionuevo (quien habría filmado el video y solo está imputado por omisión de denuncia), no solo filmaba sino que también llenaba los baldes de agua. Nombró también a otros tres policías aclarando que si bien no participaron aquél día de las torturas, sí lo hicieron en otra oportunidades.

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