José Tomás Cortéz fue hallado culpable del delito de homicidio agravado por uso de arma de fuego y violencia de género. La víctima era docente en una escuela rancho.
La justicia de Tartagal condenó hoy a cadena perpetua a José Tomás Cortez, por el homicidio de la docente Evelia Murrilo, ocurrido en 2014. El acusado estaba imputado por los delitos de homicidio agravado por uso de arma de fuego y violencia de género y también por el delito de amenaza con arma ya que luego de cometer el homicidio amenazó a los alumnos que estaban en la escuela en donde de perpetró el hecho.
La docente Evelia Murillo fue asesinada el 3 de octubre de 2014 cuando impidió un intento de abuso sexual a una de sus alumnas, en una escuela rancho ubicada en el paraje El Bobadal, a 70 kilómetros de Tartagal.
También hicieron lugar a la acción civil presentada por Sofía Evelia Murillo, hija de la víctima, y condenaron a Cortez al pago de 300.000 pesos, por resarcimiento de los daños causados.
El condenado continuará alojado en la unidad Carcelaria nº 5 de Tartagal.
Ayer, en la primera de las dos jornadas previstas para el juicio, declararon tres testigos del hecho, entre ellos el médico forense y un policía. En sus testimonios, ambos refirieron al imputado como una persona agresiva y temida en el pueblo.
El policía relató que al llegar a la escena del crimen vio el cuerpo de Murillo en el ingreso a la Escuela, ya sin vida. El agresor se había escapado y contó además que observó debajo de una de las camas del albergue a la joven que logró escapar del abusador.