(Producción de Paula Barbarán y Santiago Mendieta).- Jean Michel Bouvier, padre de una de las turistas francesas brutalmente asesinadas en 2011, conversó sobre sus sentimientos más íntimos: el día de la sentencia, su retorno a Francia después de dos meses de juicio, cómo vive el día a día sin su hija y por qué decide volver a Salta en el tercer aniversario del día en el que encontraron el cuerpo de las chicas.
Vestido al igual que durante los casi dos meses que duró el juicio, Bouvier llegó a las oficinas de LA GACETA SALTA con su campera roja y azul. Debajo, la remera negra con la leyenda “Je suis désénfanté”, algo así como “estoy des-hijado”.
Se mostró distendido, amable y calmo, muy diferente a los encuentros con la prensa durante los meses que duró el juicio. Llegó con su traductora, Ana Ragot, socióloga y militante de las marchas por la justicia que se realizan en Salta todos los viernes.
Su hija, Cassandre Bouvier, y su amiga, Houria Moumni, eran estudiantes y tenían 29 y 24 años cuando llegaron a Argentina en 2011, para realizar una especialización. A Salta las trajo el deseo de hacer turismo por la región. Sus cuerpos fueron encontrados el 29 de julio de 2011 por turistas que visitaban la Quebrada de San Lorenzo. Bouvier regresó a Salta para homenajear a su hija en el último lugar que la vio con vida.
- ¿Cómo fue su regreso a Francia?
- Después de los dos meses y medio del proceso necesité silencio, me sentí calcinado física y moralmente. Me quedé en casa, no tenía ganas de tomar contacto con nadie, inclusive con mi ex esposa. En estos momentos, cada uno vive muy encerrado en su dolor y sin ganas ni necesidad de hablarse porque fue terriblemente doloroso para todos. Me siento completamente parisino, amo los libros, caminar por la ciudad. Cuando volví quise retomar mi vida de antes pero no podía, me sentí un poco en el aire y me di cuenta que mi lugar está acá en Salta.
- En Francia, ¿existe algún lugar específico donde recuerde a Cassandre?
- Hay muchísimos lugares, como el barrio donde ella vivía. Está presente todo el tiempo en cualquier rincón de París. Teníamos la costumbre de ir seguido al teatro; después de que ella se fue, cada vez que voy a una función tengo la impresión de que ingresa conmigo. Siento que tengo a Cassandre en mi espalda.
- ¿Cuándo fue la última vez que vio a Cassandre? ¿qué fue lo último que se dijeron?
- La última vez que la vi yo estaba en el hospital. Nuestro deseo era venir juntos a Salta pero debido a esa intervención quirúrgica que tuve ella vino sola. Todo el tiempo me repito que si hubiese estado acá con ella quizás no hubiese pasado lo que pasó.
- ¿Qué sensaciones se le cruzan al llegar a Salta otra vez?
- Vuelvo porque siento que mi hija está acá. Tengo sentimientos entrecruzados por el crimen espantoso que sufrieron, pero siento que Cassandre está acá. Por eso pienso también que vuelvo a casa.
- ¿Qué siente con la decisión de las familias y de su ex mujer, Hélene Kottak, de apelar la condena a sólo uno de los tres procesados?
- No lo comprendo y lo comprendo al mismo tiempo. Tengo mi punto de vista, creo que la otra familia y parte de la mía tuvieron esa reacción a causa del vacío terrible que dejó la investigación. Una sola persona no pudo haber cometido el crimen. Puedo entender la reacción de la familia porque no tuvieron de donde agarrarse, hubo mucha frustración, bronca. La misma instrucción fue viciada, es complicado. Cuando regresé a París tuve una larga charla con mi abogado y hablé sobre la decisión de ellos. En algún momento pensé que no iba a estar de acuerdo con la pena de Lasi, pero había evidencias grandes contra él. No estamos de acuerdo con la pena de 30 años porque sabemos que puede disminuirse por buen comportamiento y eso no es justo, quiero luchar para que esto no suceda. Lasi sabe muchas cosas, quizás está esperando que algo pase para que su pena disminuya. Yo buscaré más hechos para reactivar la causa y el expediente.
- ¿Cómo vive con ese dolor, cómo es el duelo?
- Hay que seguir adelante y se sigue adelante con el dolor, la mayoría de los seres humanos seguimos viviendo con cargas, dolores y cosas y hay que continuar. Hay mucha gente que continúa su existencia a pesar de las pérdidas y heridas. Trato de recordar todo el tiempo que tengo otros dos hijos que sufren también un dolor muy grande por haber perdido a su hermana y no quiero cargarlos con mi propio dolor.
Bouvier afirma que no tiene proyectos puntuales con respecto a su vida ni a su relación con Salta. “No sé cuándo pero voy a seguir viniendo”, dice. Asegura que lo moviliza la búsqueda de la verdad y que seguirá insistiendo e investigando. “Lo único que puede curar este dolor, es volver a Salta para homenajear a Cassandre y seguir buscando a los culpables”, concluye.