Según la fiscalía, se estableció que Yolanda Mamaní no fue víctima de un delito.
Al conocerse el hecho se barajó la posibilidad de que haya sido víctima de otra persona -se habló de su pareja- la Fiscalía Penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas nº 3 tomó intervención en la causa.
Según fuentes fiscales, se trabajó en diversas líneas investigativas y se realizaron numerosas diligencias y pericias que descartaron que otra persona le haya provocado las quemaduras que la llevaron a la muerte, lo que se produjo en la pensión donde vivía, estando en compañía de su novio.
El testimonio de las personas que la asistieron en un primer momento y la trasladaron a un sanatorio privado primero y al hospital San Bernardo luego, entre ellas su propia hermana, fue clave porque estando aún consciente, Yolanda les manifestó que al estar manipulando alcohol perdió el control y se quemó.
Del análisis de los elementos probatorios reunidos, la fiscalía penal evaluó que no existen indicios para sostener la participación de otras personas ni situaciones que encuadren en figura penal alguna, por lo que se dispuso archivar las actuaciones con la correspondiente notificación a la familia.