Pasaron tres años y dos meses desde que Javier Trogliero Álvarez fuese asesinado en el barrio El Huayco el 1 de junio de 2013, como resultado de una pelea en la casa de Mario Del Barco cuyos motivos se desconocen pero que serán ventilados en el juicio que comenzará el próximo martes.
Juan Carlos Gómez Paz confesó el hecho pero declaró que lo hizo en defensa propia ante el ataque de Trogliero y permanece detenido. Sebastián Matías Guitián era el cuarto presente y junto al dueño de casa está imputado por encubrimiento agravado, ambos en libertad.
En todo este tiempo la madre de la víctima, Sonia Álvarez, se mantuvo al margen de toda exposición pública, no habló con ningún medio y solo, algunas pocas veces, se expresó por Facebook. A una semana del juicio, rompió el silencio y habló con LA GACETA.
“Me alegra que finalmente lleguemos a esta instancia oral luego de tantos años pidiendo justicia; esto me causa mucho dolor porque es revivir todo lo que pasó y es como que me claven a mí las puñaladas, es un martirio, estamos viviendo un calvario”, expresó para explicar, si es que se puede, qué siente por estos días.
Una reunión entre “amigos” que terminó en tragedia
Mucho se dijo acerca de la amistad que unía a los cuatro implicados pero Sonia sostiene que ninguno era un amigo íntimo de su hijo. “Yo a Del Barco y Guitián los conocí en mi casa porque mi hijo me los presentó, fue la única vez que los vi, eran amigos nuevos”, aseguró mientras que dijo que a Gómez Paz no lo conocía y que Javier nunca se lo nombró como amigo suyo.
“Esa noche Javier me contó que se iba a la despedida de Del Barco, quieniba a viajar a Ecuador e incluso intentó organizarle un evento en una actitud muy generosa”, recordó la madre la víctima. Ella se enteró de lo sucedido cuando una amiga de su hijo fue a su casa a avisarle, para ese entonces Javier ya estaba grave en el Hospital San Bernardo.
Contó que llamó a Del Barco y que este le dijo que Javier solo tenía una herida pequeña y un poco de sangre, pero Sonia sabía que le mentía porque ya le habían notificado de la gravedad de la situación. Nunca más volvió a hablar con él ni con ninguno de los imputados.
“Javier entró como un NN moribundo al hospital, ellos lo abandonaron y lo dejaron desangrarse y luego mintieron cuando llamaron al 911 porque dijeron que solo tenía una herida con un vidrio, no lo acompañaron, ni dieron el nombre, ni nos llamaron a nosotros”, relató Sonia acerca de lo que luego supo que sucedió.
Cuando el médico le informó que Javier había muerto le anotició que había entrado con muchas heridas de arma blanca. “Mientras esperábamos la autopsia, los dos médicos me dijeron que podían haber sido más de dos personas los agresores por las heridas que tenía”, contó.
“Ellos se confabularon para salvarse”
La actitud de los tres hombres luego del hecho es, quizá, lo que más indigna a Sonia. “Si sos realmente amigo cuidás al otro pero ellos no lo hicieron, escondieron el arma, al 911 le mintieron y por eso la ambulancia demoró en llegar, porque no le habían notificado que era un código rojo”, explicó.
“Del Barco es hijo de un ex director de un hospital muy importante de Salta, pudo haber pedido una ambulancia y llevarlo a un hospital en 15 minutos pero no lo hizo y se cree que demoraron una hora y media entre que lo hirieron y llegó al San Bernardo. En ese tiempo se desangró”, lamentó y confirmó la versión que indica que Javier tuvo un shock hipovolémico cuando la ambulancia pasaba por el Shopping pero que “no lo pudieron canalizar porque estaba desangrado”.
Sonia asegura que planearon su defensa: “ellos se confabularon para salvarse mientras Javier se desangraba, para ocultar el arma, para mentir, también en los 15 días que estuvieron detenidos en la misma celda y con sus abogados”, señaló.
La madre de la víctima aseguró desconocer los motivos de la pelea y definió al hecho como un “amiguicidio”.
Los indicios y las pruebas
Según Sonia Álvarez existen indicios de que más de una persona puede haber generado las lesiones a Javier Trogliero, que sufrió heridas múltiples.
“Gómez Paz dijo que lo mató en defensa propia pero él no tenía heridas”, relató y contó que su hijo tenía débil una muñeca por habérsela quebrado semanas antes y que no pudo haberlo ahorcado como el homicida confeso declaró.
El abogado querellante solicitó que se realicen exámenes a los imputados y, según Sonia, se advirtió que Gómez Paz solo tenía rasguños y Guitián tenía heridos los tobillos, lo que demostraría que este último no fue solo un encubridor.
“Espero que cambien el pedido del fiscal sobre la pena para el imputado que confesó el homicidio y sobre los dos que están libres que formaron parte del delito y consideramos que son partícipes necesarios y que deberían estar presos”, expresó.
La esperanza de un fallo ejemplificador
La familia Trogliero Álvarez espera un fallo que sea aleccionador y creen que la Justicia cuenta con elementos suficientes para tomar una decisión justa “no solo por Javier sino para que todos sepan qué clase de personas queremos en nuestra sociedad”.
Pese a sentir que la espera fue muy larga, Sonia cree en la Justicia: “agradezco a la Justicia el esfuerzo y confió plenamente en ella, aunque nada me va a devolver a mi hijo”, dijo.