El imputado por el homicidio de Javier Trogliero Álvarez, Juan Carlos Gómez Paz, ya había declarado y dado su versión de los hechos, pero el momento de mayor tensión se produjo cuando la madre de la víctima, Sonia Álvarez, ingresó a la sala para hablar sobre la muerte de su hijo.

Pidió autorización para leer lo que había escrito, a lo cual se opusieron Francisco Latorre -abogado de Mario del Barco- y Pedro García Castiella –abogado de Gómez Paz-, quienes sostuvieron que los testigos no están autorizados a ello.

El fiscal Rodrigo González Miralpeix, el abogado querellante Darío Palmier y Héctor Solaligue –abogado defensor de Sebastián Guitián- se negaron al planteo de Latorre argumentando que la mujer no fue un testigo presencial por lo que la lectura de su declaración no complica a los imputados y destacando que era un momento muy doloroso para ella.

Los jueces coincidieron con estos últimos y le dieron paso a Sonia para que declare pero antes de ello, la madre de la víctima pidió autorización al Tribunal para poder mirar a los ojos a los tres acusados. Se puso de pie, se acercó a ellos y se tomó unos segundos para observarlos, mientras ellos, también de pie, miraban al frente como se lo indicó el Tribunal.

Luego llegó el momento de escuchar, con voz entrecortada, el relato de la mujer, de cómo se enteró de que su hijo estaba internado gravemente en el hospital; que habló con del Barco y que éste le manifestó que solo tenía una herida leve pero que después los médicos le informaron que había fallecido desangrado.

En su declaración, Sonia dijo lo mismo que sostuvo días atrás cuando rompió el silencio ante los medios en una entrevista con LA GACETA. Ratificó que los médicos le dijeron que una sola persona no pudo haber herido de tal forma a su hijo, por lo que sostiene que Del Barco y Guitián no son meros encubridores, sino partícipes necesarios.

“Lo que hicieron es el acto más atroz, injusto e innecesario; se confabularon, mintieron una y otra vez”, expresó Sonia frente a los jueces María Victoria Montoya Quiroga, Bernardo Ruiz y Pablo Farah.

Contó que no presenciará el resto del juicio porque no tiene fuerzas para soportarlo y que sabe que se quebrará. “Tenemos esperanza de un fallo ejemplar que nos devuelva la fe en la justicia”, expresó.

En respuesta a preguntas del fiscal y de algunos de los abogados defensores, Sonia insistió en que su hijo solo era amigo de del Barco, a quien quería y que por eso organizó su despedida (la reunión fue por motivo del viaje del imputado a Ecuador); agregó que su hijo era una persona tranquila y amistosa.