El veredicto que se conocerá hoy juzgará también el grado de responsabilidad de Sebastián Guitián (imputado por encubrimiento agravado) en la muerte de Javier Trogliero, apuñalado por Juan Carlos Gómez Paz en junio de 2013 en el barrio el Huayco.

Las principales incógnitas que intentaron develarse durante el juicio apuntaron a su rol durante la pelea y a lo que dijo cuando llamó al 911, en relación a la gravedad de los hechos.

Según su abogado, Héctor Solaligue, “quedó demostrado que Guitián intermedió para que las dos personas no se peleen y los separó” y que “luego advirtió que estaba herido gravemente”.

En diálogo con LA GACETA, diferenció la situación de su representado de la de Del Barco –ambos bajo la misma imputación- sosteniendo que su defendido no tuvo nada que ver con el arma, la que el propio Del Barco reconoció haber tomado y tapado con tierra.

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El otro factor en el que se apoya la defensa es en que Guitián llamó al 911, custodió a Trogliero y le tapó las heridas, según su declaración.

“Él tuvo una amnesia disociativa de situación, que es un trauma por una situación desesperante que estaba viviendo y por ello manifestó que no recuerda el momento en el que llamó al 911 como así tampoco aquello que dijo la vecina Gallardo, que declaró que lo vio golpeándole la ventanilla del auto a Gómez Paz gritándole “¿qué hiciste pelotudo?”, explicó Solaligue.

Sobre la falta de recuerdos de su representado, el abogado contó que seis días después de que Guitián declarase en la instrucción y no dijese que llamó al 911, él mismo le comunicó que lo había hecho.

Solaligue dijo que luego de que su defendido fuese procesado, tomaron conocimiento de los registros de los dichos de Guitián en su llamado y que cuenta con pruebas que acreditan que esa llamada fue la que motivó el envío en código rojo de la ambulancia dado que alertó que se trataba de una herida de arma blanca.