La morera (Morus) es una especie nativa de China muy flexible en cuanto a climas y condiciones ambientales. “Es una especie muy común en Salta porque, a fines del siglo XIX y principio del XX, se plantaron en lo que ahora es Buena vista y Castañares para criar gusanos de seda y producir seda, por eso se pueden observar muchos ejemplares en la zona norte de la ciudad: El Huaico, Castañares, Tres Cerritos”, explica el biólogo Enrique Derlindati a LA GACETA.

El árbol es muy frondoso y su fruta madura entre setiembre y octubre en nuestra provincia. “Dan una sombra única, son forrajeras extraordinarias y la fruta es muy rica. En un momento se lo usó mucho en arbolado público pero no es una buena especie para eso, porque rompe veredas y cañerías ya que tiene un sistema radicular muy fuerte. Particularmente las usaría solo en espacios bien abiertos como fincas”, dice Ignacio Goitia especialista en riego y jardines.

A pesar de que en la capital salteña abundan estas especies, hay algunas que no tienen frutos. “Se denominan híbridos, es decir, son cruzas con otras especies similares pero no iguales, son plantas que se reproducen vía asexual, serían clones”, explica Goitia.

Las propiedades del fruto, según el sitio Botanical On Line, son, principalmente las pocas pocas calorías y la Vitamina C. También poseen antioxidantes que previenen la arteroesclerosis y resveratrol, un componente que ayuda a la salud del corazón. Además, mejora la vista con las antocianinas que protegen la retina de los ojos y su salud.

En el sitio indican también que el jugo puro de moras ayuda a algunas erupciones de la piel y se menciona un jarabe o arrope de mora que se produce mezclando su jugo con la miel y que aliviana el resfrío y la tos.