El feneco, o zorro del desierto, vive en el desierto del Sahara, en pleno continente africano. Esta especie se caracteriza por sus enormes orejas, que pueden llegar a medir hasta quince centímetros de longitud, según cuenta el sitio Quo de España. Esos pabellones auditivos le sirven, además de para escuchar a la perfección cualquier sonido, como sistema de ventilación, ya que a través de ellas irradia al exterior el exceso de calor que se acumula en su organismo. Es decir que sus orejas serían una suerte de "aire acondicionado".
Este zorro, también denominado Vulpes Zerda, está perfectamente adaptado al árido ambiente en el que vive, y la prueba es que puede pasar días sin beber ni una gota de agua, ya que sus riñones limitan al mínimo la pérdida del líquido acumulado.