Las playas, su historia y su cultura convirtieron a la ciudad en una de las opciones más elegidas para vacacionar en 2017.
Cartagena de Indias, la perla colombiana que atrae a los salteños
Las playas, su historia y su cultura convirtieron a la ciudad en una de las opciones más elegidas para vacacionar en 2017.
Se dice que Salta es “La Linda” pero aún no existe en la lengua castellana un calificativo apto para describir la belleza de Cartagena de Indias. Sus playas, el calor intenso, el paisaje que combina construcciones de estilos modernos y coloniales, la amabilidad de su gente y la belleza de sus calles convirtieron a esta ciudad del norte colombiano en uno de los lugares ideales para vacacionar. Incluso es uno de los sitios más consultado y elegido por los salteños para visitar en 2017.
La perla colombiana, ubicada a orillas del mar Caribe, guarda celosamente su historia dentro de una imponente muralla que rodea la parte más antigua de Cartagena. Esa muralla, construida a partir del Siglo XVI por esclavos aborígenes y negros que España traía desde África, tenía la misión de proteger y contener el puerto más importante de la corona española en América de los ataques ingleses. La muralla junto al Castillo de San Felipe de Barajas son la muestra cabal de la resistencia española y su predominio en los años de la Colonia.
Dentro de la “Ciudad Amurallada” se respira y se palpa historia. Callejuelas, plazas, casas coloridas de dos plantas con balcones florecidos, iglesias de congregaciones jesuitas y dominicas, la casa de Gabriel García Márquez, y la venta callejera de comidas típicas o artesanías, convierten en un cuento de realismo mágico a la parte más antigua de esta ciudad.
En Cartagena el calor y la humedad también son actores principales. Desde muy temprano hace calor, al mediodía se intensifica con temperaturas que pueden superar los 35 grados y por la noche el termómetro no baja de los 25 grados. Si bien la ciudad tiene un promedio de 1000 milímetros de precipitaciones, las lluvias se registran principalmente entre mayo y diciembre. Incluso, por las altas temperaturas muchos hoteles no poseen agua caliente en la ducha; y la presencia de aire acondicionado o ventilador en la habitación se vuelve fundamental.
Esta joya del caribe colombiano nos ofrece la posibilidad descansar plácidamente en las playas de Bocagrande o en la bahía de Castillogrande disfrutando de aguas templadas que pueden combinarse con el sabor del cangrejo hervido y espirituosas bebidas nacionales que distribuyen decenas de vendedores por las blancas arenas.
La variada oferta hotelera que posee el principal centro turístico de Colombia permite que los visitantes puedan acomodar perfectamente sus pretensiones a sus bolsillos. La zona de Getsemaní, cercana a la muralla, tiene precios más económicos respecto a la zona costera.
La oferta gastronómica es otro punto fuerte y delicioso de esta ciudad. Hay precios de todo tipo, de acuerdo a lo que uno desee gastar y disfrutar. Se puede comer en casas de comida rápida por menos de siete dólares por persona, en lujosos restaurantes por un precio muy superior o en comedores familiares donde el menú, que incluye entrada, plato principal, postre, y un vaso de jugo de panela (caña) no supera los cinco dólares. Comas donde comas, gastes lo que gastes no podes dejar Cartagena sin probar las deliciosas arepas de huevo (realizadas con harina de maíz, y huevo frito que se condimenta con salsas), plato típico de la región.
Quienes visitan Cartagena también tienen la posibilidad de visitar las islas Barú y del Rosario, a las cuales se puede llegar en lancha rápida y el precio de dicha excursión varía de acuerdo al regateo que se logre. En Cartagena, muchos precios se fijan de acuerdo a la cara del cliente, su tonada o su capacidad de negociación.
Sin mucho más que decir, resta confirmar que Cartagena de Indias es una ciudad soñada a donde vacacionar debería considerarse un derecho universal.
Se dice que Salta es “La Linda” pero aún no existe en la lengua castellana un calificativo apto para describir la belleza de Cartagena de Indias. Sus playas, el calor intenso, el paisaje que combina construcciones de estilos modernos y coloniales, la amabilidad de su gente y la belleza de sus calles convirtieron a esta ciudad del norte colombiano en uno de los lugares ideales para vacacionar. Incluso es uno de los sitios más consultado y elegido por los salteños para visitar en 2017.
La perla colombiana, ubicada a orillas del mar Caribe, guarda celosamente su historia dentro de una imponente muralla que rodea la parte más antigua de Cartagena. Esa muralla, construida a partir del Siglo XVI por esclavos aborígenes y negros que España traía desde África, tenía la misión de proteger y contener el puerto más importante de la corona española en América de los ataques ingleses. La muralla junto al Castillo de San Felipe de Barajas son la muestra cabal de la resistencia española y su predominio en los años de la Colonia.
Dentro de la “Ciudad Amurallada” se respira y se palpa historia. Callejuelas, plazas, casas coloridas de dos plantas con balcones florecidos, iglesias de congregaciones jesuitas y dominicas, la casa de Gabriel García Márquez, y la venta callejera de comidas típicas o artesanías, convierten en un cuento de realismo mágico a la parte más antigua de esta ciudad.
En Cartagena el calor y la humedad también son actores principales. Desde muy temprano hace calor, al mediodía se intensifica con temperaturas que pueden superar los 35 grados y por la noche el termómetro no baja de los 25 grados. Si bien la ciudad tiene un promedio de 1000 milímetros de precipitaciones, las lluvias se registran principalmente entre mayo y diciembre. Incluso, por las altas temperaturas muchos hoteles no poseen agua caliente en la ducha; y la presencia de aire acondicionado o ventilador en la habitación se vuelve fundamental.
Esta joya del caribe colombiano nos ofrece la posibilidad descansar plácidamente en las playas de Bocagrande o en la bahía de Castillogrande disfrutando de aguas templadas que pueden combinarse con el sabor del cangrejo hervido y espirituosas bebidas nacionales que distribuyen decenas de vendedores por las blancas arenas.
La variada oferta hotelera que posee el principal centro turístico de Colombia permite que los visitantes puedan acomodar perfectamente sus pretensiones a sus bolsillos. La zona de Getsemaní, cercana a la muralla, tiene precios más económicos respecto a la zona costera.
La oferta gastronómica es otro punto fuerte y delicioso de esta ciudad. Hay precios de todo tipo, de acuerdo a lo que uno desee gastar y disfrutar. Se puede comer en casas de comida rápida por menos de siete dólares por persona, en lujosos restaurantes por un precio muy superior o en comedores familiares donde el menú, que incluye entrada, plato principal, postre, y un vaso de jugo de panela (caña) no supera los cinco dólares. Comas donde comas, gastes lo que gastes no podes dejar Cartagena sin probar las deliciosas arepas de huevo (realizadas con harina de maíz, y huevo frito que se condimenta con salsas), plato típico de la región.
Quienes visitan Cartagena también tienen la posibilidad de visitar las islas Barú y del Rosario, a las cuales se puede llegar en lancha rápida y el precio de dicha excursión varía de acuerdo al regateo que se logre. En esta ciudad, muchos precios se fijan de acuerdo a la cara del cliente, su tonada o su capacidad de negociación.
Sin mucho más que decir, resta confirmar que Cartagena de Indias es una ciudad soñada a donde vacacionar debería considerarse un derecho universal.