Luego de que la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) confirmara que el aeropuerto Benjamín Matienzo de Tucumán estaba abierto, tras el operativo intenso por una amenaza de bomba, comenzaron a llegar de a uno los diferentes vuelos pertenecientes a Latam que habían sido reprogramados por la complicación.
Fueron dos vuelos los que pudieron trasladar hasta la provincia vecina a los diferentes pasajeros que desde la tarde aguardaban en Aeroparque. Un tercero, que debía aterrizar en Tucumán al mediodía, lo hizo en Salta y los pasajeros fueron trasladados en colectivo hacia la provincia, puntualmente hasta la zona de la Plaza Independencia.
Si bien se anunció con anticipación que la amenaza de bomba fue una falsa alarma, el operativo debía terminarse y reforzar la seguridad con el protocolo que corresponde, lo que hizo que todo se retrasara.