Antes de hacerse pública la causa que investiga una presunta estafa millonaria al Pami, la Fiscalía a cargo de la investigación debió esperar que se solucionen algunos inconvenientes judiciales ya que, en un inicio, la causa no tuvo juez de Instrucción.
Según pudo averiguar LA GACETA, cuando la Justicia tomó intervención en el asunto a raíz de la denuncia presentada por Pami, el juez Federal Julio Leonardo Bavio, quien debió haberse hecho cargo de la causa, estaba de licencia.
Por ello, el caso pasó al único otro Juzgado Federal de la capital, el de Miguel Antonio Medina. El problema fue que dicho magistrado se excusó por motivos personales que lo vinculaban a uno de los seis sospechados.
Mientras pasaban los días y la causa deambulaba por los despachos de Tribunales en Salta, el fiscal interviniente, Ricardo Toranzos, debía esperar que un juez se haga cargo y ordene las medidas que solicitaba. Por eso es que, pese a que el caso llegó a la Justicia a comienzos de este año, recién a fines de marzo se pudieron concretar las primeras medidas como los allanamientos.
Sin jueces salteños disponibles, la causa recién pudo avanzar cuando el juez Federal n° 1 de Jujuy, Wenceslao Cardozo, ingresó como subrogante en la justicia de nuestra provincia. Él es quien ejerce actualmente como juez de Instrucción y le dio curso a las medidas solicitadas por el fiscal.