Un niño indio de 8 años tiene las manos más grandes del mundo, como consecuencia de una extraña forma de gigantismo que solamente afecta sus extremidades superiores. Mohammad Kaleem vive con su familia en una de las localidades más pobres de la India, por lo que su padre, que gana menos de 20 dólares al mes, no podía pagar la costosa operación necesaria para mejorar la calidad de vida de su hijo. 

Mediante una campaña mundial que recorrió las redes sociales, la familia logró reunir los fondos para costear el tratamiento y Kaleem fue sometido a una compleja intervención que evitará que sigan llamándolo "el hijo del diablo", como se lo conoce en su pueblo, donde tampoco podía asistir a la escuela por su condición.

"Los maestros decían que no podían tomarlo. Que sus grandes manos asustaban a los demás niños", contó el padre de Kaleem en una entrevista con Barcroft TV.

Desde bañarse hasta ponerse su propia ropa, todas las tareas se le complicaban al niño, que fue quedándose discapacitado a medida que iba creciendo. 

La solución llegó gracias a la empatía internacional que despertó su historia, que llegó a oídos del doctor Raja Sabapathy, pionero en la cirugía de manos y conocido por especializarse en microcirugía.