El fenómeno de la virgen que llora sangre sigue conmocionando a los pobladores de Metán. Se trata de la imagen de la Rosa Mística que el mes pasado mostró manchas rojas en sus ojos y que, según afirman sus propietarios y algunos testigos, ayer a la mañana volvió a derramar lágrimas. “Lloró desde las ocho y media de la mañana hasta cerca de la diez”, le contó el periodista Rodrigo García a LA GACETA. “Es un fenómeno que nos tiene a todos consternados porque la estatua está resguardada con una placa de vidrio para que nadie la toque ni le haga nada”, agregó.
Desde que el mes pasado, la familia Frías Mendoza reveló que su virgen lloraba sangre el comedor de su casa se convirtió en un santuario donde todos los días, a las 15, un grupo de creyentes se acerca a rezar el rosario.