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Se encamina el juicio contra la banda del concejal narco de Salvador Mazza

El operativo conocido como “Febrero Blanco” logró detener un camión con 250 kilos de cocaína. Un ex concejal sigue prófugo.
27 May 2017
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Ningún caso dejó tan clara, en el último tiempo, la vinculación entre el narcotráfico y el poder político en Salvador Mazza como el que se conoció con el operativo “Febrero Blanco”, que en 2016 se coronó con el secuestro de 250 kilos de cocaína transportados en un camión que había salido de Salta. Entre los implicados hay dos ex concejales de la localidad del norte provincial, de los cuales uno fue detenido y el otro permanece prófugo.  

En los últimos días, el titular de la Fiscalía Federal N°1 de Salta, Ricardo Toranzos, solicitó la elevación a juicio de siete personas procesadas por narcotráfico. Se trata de José Martín Melgarejo, Rubén Alfredo Maurín, Jesús Sebastián Gerónimo, Sergio Rafael Velarde, Gabriel Alejandro Maurín (por entonces presidente del Concejo Deliberante de Salvador Mazza), Rubén Darío Velarde y Francisco Javier Escudero. El también por entonces concejal, Mauricio Gerónimo, sigue prófugo.

Todos están acusados de integrar una banda que fue desbaratada en la localidad de Taco Pozo, Chaco, después de que se secuestrasen 250 paquetes conteniendo 246 kilos de cocaína ocultos en la plataforma de la caja de un camión, según revela el sitio oficial del Ministerio Público Fiscal de la Nación.

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La causa se originó a partir de una denuncia anónima recibida en la fiscalía, cuando una persona que no quiso identificarse manifestó tener información respecto a maniobras en infracción a la ley de drogas. La persona contó que en un taller mecánico en Salta se había acondicionado un camión para transportar de forma oculta estupefacientes desde la zona de Anta hacia la provincia de Buenos Aires.

Por ello montaron un operativo sobre la ruta nacional 16 y detuvieron al camión que tenían marcado. Los gendarmes solicitaron la documentación del vehículo y de la carga al camionero, al que notaron nervioso, por lo que comenzaron a revisar el transporte que había partido desde la localidad salteña de El Quebrachal. En un doble fondo del camión, encontraron la droga.


Varios miembros fueron detenidos ese 14 de febrero de 2016, pero dos días después, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, anunció que buscaban a otro concejal, Mauricio Gerónimo, quien resultó electo en 2015 por el partido Frente Grande para representar a los vecinos de la ciudad fronteriza.

La funcionaria detalló que, según las investigaciones, Gerónimo viajaba en una camioneta que iba adelante del camión con la droga “para utilizar su influencia política en algún control de Gendarmería sobre la ruta y tratar de evitar que sean requisados los vehículos".

“Febrero Blanco” no terminó con aquél secuestro sino que diez días más tarde se realizaron allanamientos y se logró la detención de Alejandro Maurín, quien interinamente se encontraba a cargo de la presidencia del Concejo Deliberante de Salvador Mazza.

En los días sucesivos a la detención del camión con cocaína, el Concejo Deliberante resolvió destituir a los dos ediles implicados.

¿Cómo trabajaba la banda?

Una de las particularidades del caso es que el ingreso de la droga al país se daba a través de los llamados “narcovuelos”. Un informe de la Unidad Especial de Procedimientos Judiciales de la Gendarmería Nacional pudo dar cuenta que la sustancia ingresaba al país por medio de aeronaves provenientes de Bolivia, que arrojaban el tóxico en los alrededores de las localidades de Las Lajitas y Joaquín V. González. Una vez allí, la droga era recogida por miembros de la banda y almacenada en distintas fincas en la zona para luego ser transportada y distribuida.

Se hicieron escuchas telefónicas de los imputados que dieron como resultado que una persona identificada como Wilson Maldonado Balderrama remitía al país bultos cargados de cocaína por medio de avionetas, que eran arrojados en vuelo en la zona de Anta.

A los imputados les correspondía organizar la recepción de la sustancia y su posterior traslado en el territorio nacional, para lo cual debían conseguir vehículos con la capacidad suficiente para poder llevar oculta una gran cantidad de droga, según el fiscal.


Para no ser descubierta, la organización operaba en zonas de difícil acceso y sin cobertura telefónica, utilizaba teléfonos satelitales, cambiaba con frecuencia los teléfonos celulares y los vehículos y dialogaba en código.

Luego de peritajes, intervenciones telefónicas y entrecruzamiento de comunicaciones, Toranzos pudo determinar que los imputados ejecutaron un plan en etapas para el cual adjudicaron funciones en células con el fin de obtener eficiencia en las maniobras de narcotráfico.

Entre las medidas de seguridad que adoptaron para no ser descubiertos se encuentran el cambio constante de teléfonos celulares, diálogos efectuados en códigos y el frecuente cambio de vehículos si tomaban conocimiento de la existencia de alguna sospecha policial.

De la investigación se desprende que el concejal Gabriel Maurín era el nexo entre los distintos operadores de la maniobra, y que tenía un grado importante de decisión y control junto a su hermano Rubén Maurín, encargado de buscar el medio de transporte y de cumplir la tarea de “puntero” en su traslado, a fin de notificar anomalías en los controles de la ruta.

Fuentes fiscales contaron a LA GACETA que saben que Mauricio Gerónimo se encuentra escondido en un barrio de la localidad de Yacuiba, en Bolivia, que se caracteriza por ser un “aguantadero” de criminales buscados por la Justicia.

Por su parte, Jesús Gerónimo ofició de chofer, facilitador de vehículos y transportista del dinero cobrado por la maniobra de narcotráfico, mientras que José Melgarejo fue quien manejaba el camión al momento de su detención.

Sergio Velarde era, junto a su hermano Rubén y Francisco Escudero, uno de los responsables de receptar la droga, para lo que participaba en el arrendamiento de campos donde fuera posible el “bombardeo” de los paquetes y en la contratación de baqueanos que pudieran marcar con coordenadas los lugares aptos.

Ante este escenario, Melgarejo, Sergio Velarde y Rubén Maurín fueron procesados como autores responsables del delito de transporte de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas, idéntica figura que recayó sobre Alejandro Maurín pero en calidad de partícipe primario. En tanto, Jesús Gerónimo fue procesado como partícipe secundario del mismo delito, mientras que Escudero y Rubén Velarde fueron considerados partícipes primarios.

Los videos de Mauricio Gerónimo desde la clandestinidad

Para sorpresa de todos, a fines de marzo de 2016, el destituido concejal acusado de narcotráfico, Mauricio Gerónimo, subió a youtube un video grabado luego de profugarse, en el que manifestó su inocencia y disparó contra el Estado y la ministra Patricia Bullrich.

Días después, el 5 de abril, Gerónimo envió otro video en el que exigió el cumplimiento de garantías constitucionales que temía que no se le aseguren debido a la tendenciosa intervención política en su contra. Pidió que se le respeten la presunción de inocencia y la igualdad de derechos.

Mientras el ex edil figura en la lista de buscados por Interpol, fuentes fiscales contaron a LA GACETA que saben que se encuentra escondido en un barrio de la localidad de Yacuiba, en Bolivia, que se caracteriza por ser un “aguantadero” de criminales buscados por la Justicia. Además contaron que es un lugar tan peligroso, que la policía boliviana decidió no intervenir ni ingresar.


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