La versión argentina de "Jekyll and Hyde", el musical que en 1990 llevó adaptó la novela de horror de Robert Louis Stevenson al formato del género, llegó anoche al Teatro del Huerto con un elenco encabezado por Juan Rodó y Raúl Lavié, dos de los grandes nombres del musical argentino.
En una producción montada casi sin escenografía y con caracterizaciones de vestuario, iluminación y coreografías simples, la puesta de la gira nacional que dirige Sergio Lombardo se apoya en la calidad de sus intérpretes y en la solidez del libro de Frank Wildhorn y Steve Cuden.
Extenso e intenso, el musical recorre el drama de la dualidad humana entre el bien y el mal, entre las pulsiones y la moral, a partir de la historia de los experimentos del doctor Henry Jekyll sobre la locura.
La lucha entre la razón y el desquicio atraviesa el cuerpo y el alma de Jekyll, mientras en su mundo los pares de opuestos se multiplican entre el amor casto y socialmente aceptado de Emma y la pasión que lo atrae a Lucy, una prostituta que conoce en su despedida de soltero. También la amistad está fragmentada para el doctor, que comparte su mundo interno con su fiel ayudante que no lo cuestiona, y John Utterman, su abogado y quien intentará detener la espiral de locura que terminará con la vida del protgonista.
En el medio, los crímenes, las venganzas, la sangre derramada por Hyde y la vorágine de sus excursiones despiadadas por una sociedad pacata y opresiva.