Fernando Pequeño, nieto del ex gobernador Miguel Ragone, se enteró por la llamada de LA GACETA que Carlos Mulhall, uno de los responsables por la desaparición de su abuelo durante la dictadura, había fallecido en la madrugada. “Me estoy enterando ahora”, dijo. Pequeño también resaltó que la noticia no le generaba ninguna alegría, todo lo contrario, porque no hubo justicia a tiempo.
Ojalá que los hombres que todavía no se han muerto, como el ex juez Lona, tengan la vida suficiente como para poder ser juzgados y dar una explicación sobre todo a quienes creyeron que eran grandes personas, cargadas de valores sociales, valores morales”, afirmó.
Nora Leonard, militante de los derechos humanos, víctima de la represión y familiar de desaparecidos, manifestó que “a nosotros, cuando pasan estas cosas, sentimos mucha impotencia”. Explicó que Mulhall es una persona que tuvo que ver con casi todas las desapariciones en Salta y los crímenes que hubieron y que era necesario que fuera juzgado. “Para nosotros que una persona como él se vaya sin arrepentirse de nada, sin darnos información, sin decirnos dónde están los cuerpos de nuestros compañeros, nos produce una profunda impotencia: porque se llevan los secretos a la tumba”
El fallecimiento del ex jefe de la guarnición militar Salta cuando se produjeron los crímenes más aberrantes, como la masacre de palomitas y la desaparición del ex gobernador Ragone tampoco alegró a Cristina Lobos, referente de Derechos Humanos en la provincia. “Hubiéramos querido que se arrepientan de lo que hicieron. Nos hubiera gustado que le dijeran al pueblo argentino por qué mataron a tanta gente, por qué secuestraron y fundamentalmente dónde están los cuerpos”, finalizó.