Gustavo Zanchetta presentó ante el Santo Padre Francisco su renuncia como Obispo de la Nueva Orán. Zanchetta emitió un comunicado, apenas regresado de Roma, en el que confirma esta decisión.
“Desde hace tiempo un problema de salud no me permite llevar plenamente el ministerio pastoral que me fue confiado, sobre todo teniendo en cuenta la vasta extensión de nuestro territorio diocesano, y los enormes desafíos que tenemos como Iglesia en el norte de la patria.
Por eso he puesto en manos del Santo Padre esta decisión, que creo es la mejor, sobre todo pensando en ustedes, antes que en mí mismo, y porque la recuperación que debo encarar no puedo hacerla aquí”, expresó Zanchetta.
También dice: “Dado que debo partir lo antes posible para iniciar el tratamiento, me despido con esta carta, aunque quisiera poder estrechar las manos de todos, especialmente de los más pobres, débiles y sufrientes”.
Finalmente dice que sepan perdonarlo en aquello en lo que les haya faltado o decepcionado, y por favor, sosténganme con su oración.
Zanchetta se había convertido en un actor social clave en Orán: fue el que llevó a buen puerto el conflicto con el Ingenio El Tabacal; también el que hizo de intermediario entre los bagayeros y los funcionarios nacionales, para destrabar el último conflicto en el norte salteño. En Zanchetta los vecinos habían depositado una fe que ya habían perdido en los políticos.