Parece raro. Las meretrices temen perder sus puestos de trabajo porque se están poniendo de moda los burdeles con muñecas robóticas. A través de distintos gremios las meretrices han elevado sus quejas, argumentando que denigra a las verdaderas trabajadoras.
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“Lumi Dolls” es el nombre del cabaret que abrió sus puertas en Barcelona. Por ahora tiene en su staff a cuatro “trabajadoras”: una de rasgos europeos, una de apariencia africana, otra asiática y una que imita a los personajes de animación japonesa.
El cliente puede escoger qué tipo de ropa quiere que lleve la muñeca y en qué situación encontrarla. Los precios promocionales de apertura son de 80 euros por una hora (unos 85 dólares), 100 euros por una hora y media, y 120 por dos horas.
En la página web del burdel se garantizan "altos estándares" de higiene: las muñecas "son antes y después de cada servicio, correctamente desinfectadas con jabones especiales antibacterias". Aun así recomiendan utilizar las muñecas sexuales con preservativo.