Hacía minutos había salido de su trabajo y a Mónica Morales le sonó el celular. 

Un llamado, cerca de las 13.30, la puso en conocimiento que en La Caldera habían encontrado un cuerpo y que sería su hija, Paola Álvarez, a quien busca hace 104 días. 

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“Me llamaron para decirme que encontraron un cuerpo, que sería mi hija”, contó a LA GACETA, conteniendo las lágrimas. La noticia la tomó de sorpresa por el fuerte relato. 

“Me dijeron que encontraron un cuerpo en La Caldera, en una zona de cornisa, no sé más”, dijo pidiendo ser cauta hasta que la noticia sea confirmada. 

Se reunió con las abogadas que la representan y fue hasta el lugar del hallazgo, en la ruta nacional 9, en el kilómetro 1636, llena de incertidumbres. 

“No sé qué pensar, si es o no es mi hija, es terrible”, concluyó la llamada sin poder contener más las emociones.