El conflicto entre los empleados de la Fundación Trabajo y Solidaridad mantiene la tensión en el Hospital San Bernardo, tras 40 días de reclamos y un nuevo ajuste de las medidas, que hoy incluyó bidones de nafta en el techo del ingreso al hospital.
Sin soluciones a la vista, desde el ministerio de trabajo Ramiro Chávez aseguró que ya se agotaron todas las instancias para que se realice un encuentro entre las partes, aunque los intentos se siguen haciendo desde la secretaría a su cargo. "Sobre este conflicto tenemos injerencia como justos componedores de intereses y seguimos invitando a que se sienten las partes a conciliar", aseguró.
Según el funcionario, las gestiones de intentar componer los intereses han fracasado todas hasta ahora, y los plazos para las conciliaciones también se han vencido. "No soltamos a ninguno de los conflictos pero a veces es dificil hacer que las partes congenien". En cuanto a los pasos a seguir, Chávez dijo que la CTA y la representación de los trabajadores presentaron un amparo que está en la justicia y que la conciliación depende de este amparo. "La justicia es la que no está dando respuesta a esta situación", concluyó.