A pesar de que el cura Agustín Rosa recuperó la libertad la semana pasada, la Justicia salteña sigue investigando al Instituto Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, entidad que dirigía el religioso.
Esta semana se sumó una nueva denuncia por abusos contra una menor, pero la investigación ahora apunta a una de las supuestas víctimas de Rosa: la ex monja Valeria Zarsa.
Una joven de 18 años denunció a mediados de año a Zarsa por abusos que habría cometido en su contra en una sede de la congregación dirigida por Rosa ubicada en Metán, y por este motivo, la fiscalía interviniente imputó a la acusada y se solicitaron medidas que aporten a la nueva causa.
Según información brindada por el Ministerio Público, Zarsa está imputada por los delitos de abuso sexual gravemente ultrajante (3 hechos) y abuso sexual simple (1 hecho) en concurso real. La joven denunciante asegura que estos hechos ocurrieron cuando ella tenía 5 años y hasta que tuvo 9 años aproximadamente.
Según la denunciante, la ex religiosa habría aprovechado la situación de confianza que tenía con su madre.
La joven denunciante ya prestó declaración en Ciudad Judicial y desde la Fiscalía se dispusieron diversas medidas tendientes a determinar cómo sucedieron los hechos que relata la supuesta víctima, como la realización de pericias psicológicas y psiquiátricas.
Luego de conocer los hechos que se le imputan, Zarsa ayer prestó declaración en la sede fiscal, tratando de aclarar su situación respecto a la acusación. La ex religosa seguirá mientras tanto en libertad.