Ayer la ciudad se tiñó de amarilla, desde San Lorenzo hasta el cerro San Bernardo, desde el Río Vaqueros hasta la salida sur de la Capital.
A Bettina Romero, la gran ganadora en la categoría de diputado provincial, le faltaron solo cinco establecimientos para quedarse con el 100% de las escuelas de Salta. Le arrebató todos los bastiones que en las PASO supieron ser del Partido Justicialista, aquellos territorios que supieron responder nada más y nada menos que al actual presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Santiago Godoy.
Desde los barrios más humildes hasta los más acomodados, la hija del ex gobernador Juan Carlos Romero, volvió a ser la dirigente más votada en su categoría y duplicó el caudal de votos cosechados en las PASO de agosto, pasando de 28.388 a 63.627 sufragios.
Los resultados de la categoría de senador provincial aún repercuten en los pasillos del centro cívico de Grand Bourg. El sorpresivo triunfo de Guillermo Durand Cornejo motivó a que todo el gabinete de Juan Manuel Urtubey pusiera a disposición su renuncia. Luego, el mandatario revisará cómo seguirá su plantel para los dos años restantes de gestión.
El triunfo de Adrián Valenzuela en las PASO había sido arrollador. Solo tres establecimientos habían quedado afuera del conteo de votos a favor del Frente Unidad y Renovación y todo parecía indicar que en las generales, el “Chico Malo” iba a repetir su performace. Sin embargo, las caminatas no alcanzaron para frenar el aluvión de votos para su opositor, Guillermo Durand Cornejo.
74 de los 109 establecimientos habilitados en el departamento Capital, es decir el 68% de las escuelas, cambiaron radicalmente su voto. Pasaron del Frente Unidad y Renovación a Un Cambio para Salta. En tal solo dos meses.