El juicio contra Raúl Reynoso y otras siete personas en donde se acusa el pedido de coimas para beneficiar a detenidos por narcotráfico no solo está plagado de hechos relevantes y graves sino también de cuestiones increíbles que se dan en el marco de un juicio trascendental.

Videoconferencia ¿sí o no?

Entre los siete imputados están Miguel Saavedra, César Aparicio y Rosalía Aparicio. Los primeros dos trabajaban en el Juzgado mientras que la última es hermana de César y solo está vinculada secundariamente en un hecho. Lo cierto es que los tres carecen de recursos económicos y son defendidos por el defensor oficial, Tomás Del Campo.

Fue éste quien solicitó que sus defendidos sean trasladados en móviles de Gendarmería desde Orán a Salta para presenciar las audiencias ya que les resulta costoso viajar tanto y teniendo en cuenta que sus sueldos están suspendidos. Los jueces rechazaron esta posibilidad pero solicitaron al Juzgado de Orán que brinde las comodidades para que se realice una videoconferencia desde allí.

Para sorpresa de los asistentes, el juez subrogante de Orán, Gustavo Montoya, desechó el pedido aduciendo que armar la videoconferencia complica el servicio informático del Juzgado. Del Campo mostró su enojo al decir que en otras oportunidades se hizo sin inconvenientes. Se barajan otras posibilidades de hacer video conferencias, como realizarla desde un domicilio, desde la Justicia provincial o con un dispositivo del Colegio de Abogados de Orán.

Gómez vs Garmendia

El abogado imputado, René Gómez, y el abogado querellante, Carlos Garmendia, se vienen cruzando desde hace unas cuantas audiencias. Al primero le molestan las gesticulaciones y frases por lo bajo que el querellante efectúa, mientras que este le pide que no le dirija la palabra.

El enojo llegó a tal punto ayer que el presidente del Tribunal, el juez Federico Díaz, debió interrumpir la audiencia para poner orden y así fue como tomó una decisión más propia de colegio secundario: ordenó que Gómez se cambie de lugar para alejarse de Garmendia. El juez no pudo evitar soltar una sonrisa ante tan insólita situación mientras Gómez le agradecía.

Sumariada por estar mal sentada

Ya declararon varios empleados del Juzgado de Orán y contaron que Reynoso era extremadamente riguroso en el control de sus empleados, llegando a maltratarlos y vigilarlos de manera excesiva.

En su declaración de ayer, el ex secretario privado del juez, Rodrigo Quipildor, contó que varios compañeros fueron injustamente sumariados y ejemplificó con un caso más que llamativo: aseguró que una compañera fue sumariada por estar mal sentada.

Obligados a grabar CD´s de la hija

Quipildor también declaró, al igual que lo hicieron con anterioridad otros empleados del Juzgado, que Reynoso los obligaba a hacer copias del CD de su hija, que se dedica profesionalmente al canto, en las instalaciones del Juzgado y en horario laboral.

Afirmó que hicieron varias copias y que el juez se las regalaba a aquellas personas que lo visitaban y que para ello utilizaban una grabadora que pertenecía al imputado.

¡No me dejan preguntar!

En su calidad de abogada, la imputada María Elena Esper ejerce su autodefensa al tiempo que también cuenta con un abogado. Por esa razón está facultada a hacerles preguntas a los testigos pero, hasta el momento, no ha tenido suerte.

Es que Esper no cumple con lo que la ley exige que es hacer preguntas, sin afirmaciones y que no sean indicativas de la respuesta. Tanto el querellante como el fiscal Carlos Amad suelen interrumpirla para solicitar al Tribunal que la corrija y esto indigna a la imputada, que al ver que los jueces le llaman la atención, se enoja y opta por dejarle las preguntas a su abogado.

Las misteriosas preguntas de Reynoso

Reynoso también ejerce su autodefensa y suele hacer cuestionarios extensos. Pese a que algunas veces es advertido respecto del modo en el que pregunta, lo que fastidia al fiscal es la enorme cantidad de preguntas que considera inconducentes y ajenas al hecho en juzgamiento.

Es que a muchos de los que declararon, el ex juez les preguntó sobre sus relaciones con sus familias, sobre circunstancias que los testigos no presenciaron, acerca de cuestiones privadas y, por momentos, los mira de modo desafiante.

Idas y vueltas con el cuarto juez

Al inicio del juicio, el Tribunal buscó que se designe un cuarto juez que, en caso de que alguno de los miembros no pueda asistir a una audiencia, el juicio pueda continuar con normalidad. Primero se designó a Mariana Catalano quien debió excusarse luego del cuestionamiento de una de las partes. Algo similar ocurrió con la tucumana Alicia Noli.

Ante la imposibilidad, la Cámara Federal de Casación Penal resolvió que no se designe otro magistrado pero ayer el Tribunal informó que insistirá con su nombramiento. A tal efecto, el fiscal Amad sugirió que se busque en Chaco, dado que allí los jueces tendrían espacio suficiente en sus agendas.