La tradición navideña indica que cada 8 de diciembre, millones de personas arman el arbolito y el pesebre. Pero, ¿de dónde surge esta costumbre?, ¿cuál es su simbología?

El padre Marcelo Singh contó a LA GACETA que el armado del árbol y el pesebre es una costumbre heredada de los países del norte de Europa para celebrar el día de la Inmaculada Concepción de María, Día de la Virgen.

"La tradición fue expandiéndose al mundo entero y se convirtieron en verdaderos signos de la navidad", incluso en nuestro pueblo donde estos signos no estaban muy arraigados con nuestra identidad, aseguró.

El sacerdote explicó que "el árbol es considerado como un elemento que nos recuerda la vida y que nos trae la esperanza. Sus luces nos hablan de Cristo, Dios del mundo, y su armado es reconocido como un signo de tradición familiar que nos enriquece y une al compartir su armado".

Por otro lado, el pesebre "simboliza a un Dios vivo, que está en la puerta de nuestros hogares y nos llama a unirnos en su amor, con sencillez y humildad".

Singh explicó que estos signos no tienen un sentido estrictamente litúrgico, pero que son valiosos porque "forman parte de las tradiciones culturales y familiares porque despiertan el amor y la importancia de permanecer en familia. Nos predisponen para recibir la navidad unidos y en gracia".

En los días previos, y durante todo diciembre, los negocios de la ciudad son colmados por cientos de personas para comprar su árbol, pesebre y adornos. Comerciantes explicaron cuáles son los adornos que –por su simbología- no pueden faltar en el armado y ornamentación de estos signos navideños.

El árbol. No es trascendente el tamaño ni el material del que esté hecho (natural, sintético o artificial), lo relevante es el espíritu y la alegría al armarlo.

Luces. Representan nuestros pensamientos, ideas y sentimientos. "Cuanto más adornen el árbol y el pesebre, será mejor", expresó Cecilia, comerciante del micro centro.

Campanas. Las que cuelgan de puertas y ventanas representan la alegría del nacimiento del niño Jesús. Antiguamente se utilizaban para ahuyentar los malos espíritus, hoy representan la alegría de la festividad navideña.

Bolas. Simbolizan las manzanas que colgaban del roble y la abundancia. María José, empleada en un local del macro centro expresó que "es recomendable adornar el árbol con pelotas de diferentes tamaños y colores”.

Velas. Encenderlas rememora cuando la Virgen María trajo al mundo al Niño Jesús con una vela en el pesebre de Belén. Cada color expresa un sentido. Amarillo: para atraer el dinero y el trabajo, rojo: amor, azul: tranquilidad, verde: esperanza, blanca: paz.

Estrella navideña. Simboliza la luz y la esperanza, por eso es colocada en lo alto del árbol. 

Coronas. Refieren a la vida eterna. Se colocan en la puerta de ingreso a la casa, oficina, o bien como centros de mesa.

Ángeles. Encarnan el amor y la bondad. Al igual que la estrella navideña, por su espíritu, son colocados en la cima del árbol.

Representa el inicio de la era Cristiana, el nacimiento del Niño Jesús. Al igual que en el arbolito, cada elemento de esta representación tiene un significado. 

En su ornamentación están presentes: la Virgen María, Niño Jesús, San José, tres Reyes Magos, pastores, ovejas, buey, y estrellas.

Cecilia y María José, trabajan en bazares del macro centro de la ciudad, y coincidieron en la importancia de la ubicación de los signos navideños en nuestros hogares. Expresaron que deben ser ubicados en lugares agradables, con preferentemente, en el ingreso de la casa u oficina.

Un informe realizado por la consultora TNS Gallup reveló que la Navidad es, sin dudas, una gran razón para reunirse con los seres queridos. Para la gran mayoría de los argentinos es una época importante para la familia.

A la hora de definir qué es lo que más se espera de la Navidad, el 75% menciona la oportunidad de reunirse con gente querida. Por detrás aparecen los aspectos religiosos y los regalos.

Reunidos en familia, la tradición indica que en los días previos al festejo de la Navidad, los más pequeños le escriben una carta a Papá Noel para contarle qué regalos desean recibir.

La Nochebuena es un motivo de reunión con los afectos. Después de una rica cena, y cuando el reloj indica las 00.00, se levantan las copas para brindar y celebrar la Navidad. Los más grandes festejan con cohetes y fuegos artificiales y los niños reciben sus regalos al pie del árbol y el pesebre.

El informe de la consultora confirma la importancia de dos tradiciones: familia y regalos. El 21% desea que haya buen humor durante los festejos de la Navidad. El 17% admite que espera ansiosamente los regalos: este deseo es más fuerte entre los porteños que entre los habitantes del interior del país.

Los obsequios despiertan más interés entre las mujeres. A ellas, a diferencia de los varones, les gusta más dar que recibir.

El viernes se presentó el cronograma de actividades que se desarrollarán para recibir las fiestas de fin de año.

Los acontecimientos comenzarán hoy con la inauguración de la iluminación navideña del casco céntrico de la ciudad, y la actuación de la Banda de Música 25 de Mayo y el coro de niños de barrio Ceferino, que interpretarán villancicos y un amplio repertorio navideño a las 19.30 frente al Cabildo Histórico. Luego se realizará el tradicional encendido del arbolito de Navidad, ubicado en la Plaza 9 de Julio.

El lunes 15, la Policía de Salta celebrará su habitual “Navidad azul”, en la plaza Belgrano.

Por otra parte, el Movimiento Navideño de Salta organizó, para este año, un concurso para premiar a los mejores arbolitos ornamentados e incentivar la celebración.

Su presidente, Luis Barrera, remarcó la importancia de los pesebres que se arman en las casas. “Hay que recuperar los valores de la Navidad y su verdadero sentido”, afirmó.

Durante todo el mes, cada sábado al mediodía en la Plaza 9 de Julio, salteños y turistas podrán disfrutar de las actuaciones de la Banda de Música y el Ballet La Minga. 

La Navidad está cada vez más cerca. El 95% de los argentinos la  festeja y cinco de cada 10 personas la espera ansiosamente: hoy armamos el arbolito y el pesebre.