Desde ayer se reúnen en la provincia los 24 Consejos Profesionales de Ciencias Económicas del país. Analizan el nuevo esquema tributario y laboral, además del ejercicio profesional.
José Luis Arnoletto, presidente de la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas dialogó con LA GACETA y analizó la situación económica del país y señaló que este tipo de encuentros, que se hacen siempre en distintos lugares del país les permite interactuar y conocer mejor las realidades locales, en un país federal que es bastante complejo. “Nosotros emitimos normativas o sugerencias que pueden ser aplicadas en distintos lugares del país. Entonces vienen entre tres o cuatro persona por consejo. O sea que están reunidas unas 100 autoridades para dos días de trabajo.
Señaló, también, que la reforma tributaria actual tiene varios puntos que fueron sugeridos o aconsejados por la Federación. “Partes de las modificaciones y algunas mejores del sistema tributario surgieron de propuestas nuestras. Ahora estamos trabajando en una normativa contable, entonces discutimos temas que deberían generar algún contenido y debemos reconocer que desde hace dos años a esta parte hay mayor receptividad por parte del gobierno”, dijo.
- ¿Por qué hay mejor diálogo con este gobierno nacional que con el anterior?
- Antes las puertas estaban muy cerradas. Había un grupo de gente que estaba convencido que eran los únicos que sabían y entendían qué es lo que pasaba y qué es lo que se podía hacer eran los funcionarios gubernamentales. Hoy hay otra humildad de lo que son las voces de la profesión, las voces de distintos lugares del país. Porque muchos de los problemas con AFIP, por ejemplo, están dados a que hay problemas de conectividad, no en todos los lugares del país hay conexión a internet. Y desde esos problemas menores, que si no los comprende el organismo fiscal, y arma todo un sistema de presentaciones basado en internet y no h ay buen internet, un colega del interior o un empresario del interior no puede presentar sus declaraciones. Y en ese hemos sido recibidos. Muchos de los beneficios para las pequeñas y las medianas empresas de la Ley de Pymes que se aprobó a fines de año pasado fueron temas que se discutieron junto con las profesiones de Ciencias Económicas. Así que tenemos expectativas, a veces nuestras expectativas van más rápido de lo que los propios gobiernos lo pueden hacer, por supuesto, nos gustaría cambios impositivos mucho más radicales y reducciones de tributos más drásticas, pero también entendemos que el gobierno tiene responsabilidades presupuestaria y necesita dinero para poder cumplir con sus compromisos y sus planes de acciones gubernamentales.
- Cuáles son los puntos positivos de la reforma tributaria que se está por aprobar. Algunos economistas señalan que perjudica al interior y beneficia a Buenos Aires; otros mencionan que se perjudica a los jubilados.
- El primer punto de discusión en lo impositivo es la visión unitaria vs. la versión federal, que ocurre en los gobiernos… en la visión de cuánto impuesto debe recaudar la nación y coparticipar a las provincias y qué impuestos debe recaudar cada una de las provincias. La visión unitaria implicó pegarle duro a los impuestos a los ingresos brutos, como que las provincias fueran las culpables de este problema tributario con sus alícuotas de ingresos brutos. Y eso es parte del problema. Ingresos brutos es un impuesto particularmente nocivo, porque se va arrastrando en toda la cadena comercial. Paga ingreso bruto la fábrica, paga el distribuidor, para el mayorista, el minorista y el consumidor final. Entonces termina siendo un costo para la economía. Pero ahí también los gobiernos locales se van dando cuenta que si aprietan demasiado al contribuyente se trasladan de domicilio y se van a otra provincia a ejercer su actividad. Después hay impuestos que son particularmente nocivos, como al rédito y crédito bancario, el impuesto al cheque, que lo tiene el gobierno porque es un impuesto de muy fácil recaudación, porque baja la instrucción al banco central, el banco central a los bancos y todo el mundo recauda ese impuesto de manera sencilla. Pero qué es lo que ocurre. Como es un impuesto gravoso, que es el 1.2% de todo movimiento de entrada y salida de dinero de las cuentas bancarias, muchos contribuyentes qué hacen, no depositan el dinero o pagan en efectivo, endosando cheques y se limita la bancarización de la economía. Creemos como profesión que la mayor bancarización de la economía implica mayor formalización: cuando más dinero en efectivo circula, más posibilidad de economía informal o en negro hay. No se consiguió la derogación al impuesto de débito y crédito bancario, pero sí se consiguió que sea deducible un 100% del impuesto a las ganancias. Entonces si el contribuyente paga impuesto a las ganancias, lo puede ahorrar en su totalidad, más siendo una Pyme. Si es una empresa mediana hasta el 50% y las empresas grandes solo un 34%. Esa es una buena medida para las pequeñas empresas.
- ¿Y el tema de los aportes jubilatorios?
- Hoy argentina tiene una diferencia enorme entre el salario que percibe el trabajador y lo que le termina costando al empleador. Para darte un ejemplo: un sueldo bruto de 100 pesos, un trabajador cobra entre 75 y 80 de cada 100 y el empleador paga 140. No hay lógica en una economía que haya esa brecha. El trabajador termina cobrando poco y el empleador cobrando carísimo. Obviamente acercar esos dos valores, es decir que el trabajador de cada cien de salario cobre 80, 82, 84% y el empleador de cada 100 de salario en vez de pagar 140 pague 135, 130, la variable de ajuste de esas diferencias implica menos dinero a los sistemas de previsión social, menos contribuciones patronales, menos aportes. ¿Qué es a lo que apela el gobierno con este cambio? Que se genere más empleo en blanco. Al generarse más empleo en blanco, la plata que se le está sacando al sistema previsional con menos aportes se le está aportando con más gente que tribute o que se suma a un empleo en blanco. El empleo blanco, de calidad, es lo que va a salvar al país. No lo va a salvar ningún parche tributario. Nos va a salvar como economía que haya más gente trabajando en blanco y cobrando un sueldo en blanco, con aportes, que tenga su contención de salud, su contención jubilatoria, y que esa plata se vuelque en blanco al consumo de bienes en la economía. El empleo en negro es lo más nocivo que tiene hoy la economía. Inclusive más nocivo que el desempleo. Hace más daño a la economía el empleo irregular porque fomenta toda una actividad económica en negro: el que trabaja en negro gasta en negro y eso es lo que tenemos que combatir y desde la profesión de ciencias económicas estamos comprometidos a que eso se combata.
- Cuánto tiempo llevaría que esto despegue, porque hay una etapa de transición que puede ser dura para algunos sectores.
- Sí, el primer año puede ser duro. Hay algunos sectores que la van a tener dura hoy y a futuro, porque son sectores económicos que no tienen futuro, básicamente. En otros casos… hay algunas industrias que si no están subsidiadas no funcionan. Y esas industrias tendrán que reconvertirse hacia otros productos o servicios que sí son competitivos... Por qué la primera industria que se reactiva después de una crisis es la Construcción. Porque el trabajador de la construcción tiene un régimen laboral que tiene un seguro de desempleo. Es decir, el trabajador, cuando surge mayor volumen de trabajo, el empleador lo contrata fácil porque luego, cuando no lo necesita, es decir en cada salario él va pagando un plus por ese desempleo. Entonces se toma fácil y es el primer sector en reactivarse. El empleo no despega porque muchas veces el empresario tiene miedo de tomar alguien nuevo porque si luego la economía no se sostiene, le cuesta mucho trabajo desprenderse de ese trabajador. Hay un mito que hay que romper ningún empresario se va a desprender de un buen trabajador. Cuando un empleador tiene un buen trabajador lo quiere con él, bajo todo concepto. Nadie se saca de encima un empleado porque le sea grato, no lo pone a nadie feliz despedir a un trabajador. Pero quiere sentir el empresario que si tuviera la necesidad de despedirlo, lo puede hacer. Y eso en contra de lo que el común de la gente piensa que eso es malo para la economía, eso es bueno, porque siempre el temor está en “¿y si la cosa no funciona?” muchos negocios no se instalan porque es difícil instalarlos, es complejo lograr las habilitaciones o lograr un cuit o una sociedad y es complejo despedir personal, por eso es necesario que haya un cambio cultural muy fuerte.
- ¿La reforma en las jubilaciones, esto se extender la edad de manera optativa a los 70 años, no va en contra de la generación de empleo?
- Sí, en realidad eso lo que hace es preparar una discusión de algo que se tiene que dar dentro de un tiempo: que la mayor expectativa de vida de las personas hace que los periodos de tiempo laboral vs los períodos de tiempo de cobro de beneficio tienen que cambiar. Cuando la esperanza de vida de las personas estaba en 70 años era lógico aportar 30 años y después percibir beneficios durante 10, 12, 15 años. Hoy la expectativa de vida de las personas en la Argentina está cercana a los 80 años. Lógicamente, si una persona permanece activa más años conspira contra la generación de empleos para los jóvenes. Lo que hay que hacer es definir que quien contrata a un j oven lo que tanga que pagar de aportes sea menor, es decir que haya un incentivo extra para que alguien contrate a un joven. Porque si alguien contrata a un joven, a los 18, o 20 años, esa persona va a aportar durante 45 años al sistema, hasta que llegue a la edad jubilatoria. Entonces para qué le voy a cobrar un 16% de aporte más un 11% de contribuciones patronales, si en realidad si va a estar más de 30 años aportando. Va a estar 45. Entonces la forma en que se fomente el empleo de jóvenes es bajando las cargas previsionales y una propuesta que también surgió de la Federación es bajarla a dos puntos de la vida, es decir bajarla cuando contratás jóvenes y bajarla también cuando contratás gente de más de 50 años, que es el otro sector donde la tasa de desempleo empieza a aumentar, porque las capacidades laborales, por un cierto desgaste físico de una persona de 50, es menor que lo que tenía a los 30. El postergar las jubilaciones lo que hace es que durante más años esa persona esté más tiempo del lado de la caja en la que aporta dinero y menos en la parte de la que pasa a cobrar. Sin dudas tiene este impacto que no genera bacantes en la gente joven. Y eso es algo que el gobierno lo tiene que regular.