José Luis Arnoletto, presidente de la Federación Argentina de Consejos Profesionales de Ciencias Económicas, analizó la realidad salteña. Entre ellas qué debe cambiar la provincia para ser competitiva en el futuro.
En este sentido, dijo que la economía salteña se vislumbra con oportunidades infinitas. Algunas que ya se están aprovechando y otras que se tienen que aprovechar. “Lo que hizo Salta con el turismo es fantástico y es ejemplo a nivel nacional en cómo aprovecha sus recursos turísticos”, dijo.
Lo que queda por hacer, sin embargo, es importante. En este sentido menciona al litio como uno de los grandes desafíos. “El litio se puede usar muy bien o muy mal. Si en realidad el litio, se carga en vagones y se despacha a otro lado, ustedes van a ver como provincia solo la parte mala, porque solo van a emplear a personas con menor capacidad intelectual. Van a ser cargadores de pala, que llenen esos vagones y se vayan. El desafío es darle valor agregado aquí”, dijo.
Sostuvo, además, que algo parecido pasa con la agricultura. “La agricultura tradicional de llenar vagones con soja y mandarlo a puerto da de comer a poca gente. La agricultura vinculada a legumbres o las hortalizas genera mucha más mano de obra”. Enfatizó, sobre todo, que Salta tiene que ir a lo que el gobierno nacional planteó: hay que ser el supermercado del mundo. “Salta está en condiciones de ser el supermercado de Argentina”, dijo. Y detalló que con una mejora en la conectividad aérea, ciertos productos perecederos que se producen en Salta tienen que despacharse en aviones e ir a parar a otros mercados y no depender solamente del mercado central de Buenos Aires.
Una de las observaciones más tajantes de José Luis Arnoletto está relacionada al tabaco. Sostiene, en este sentido, que debe reemplazarse este cultivo por otro. “No puede gastar el gobierno en subsidiar la actividad del tabaco y después volver a gasta en curar a la gente que se enferma de cáncer de pulmón por el tabaco”, señaló.
Finalmente habló de la industrialización que Salta necesita. “Me parece que pensar en producir teléfonos celulares en Salta no va a ser una industrialización razonable. Industrializar los productos que se producen primariamente, el pasar a un valor agregado, que el maíz que se produce en la zona se convierta en kilo vivo de hacienda, y eso se faene en el lugar y esa faena vaya a productos de embutido puede ser un agregado de valor y eso genera mucho empleo. Tienen ustedes un recurso humano muy capacitado y también buenas escuelas y buena capacitación. Mejorar en idiomas puede permitir que se desarrollen empleos de call center o contact center o de desarrollo de software, que son demandados en todo el mundo… para evitar que la gente joven se vaya a estudiar a otro lado y que una vez que se fueron difícilmente vuelvan. Son desafíos hermosos y Salta tiene la base para hacerlos”, concluyó.