Finalmente el reclamo de familias de la zona sudeste que dicen ser víctimas de la contaminación del Vertedero San Javier llegó a la Justicia.
El martes pasado en el Salón de Grandes Juicios de la Ciudad Judicial, se realizó una audiencia pública en el juicio contra Agrotécnica Fueguina y la Municipalidad por el daño ambiental del Vertedero San Javier.
El caso llegó a esta instancia luego de una demanda judicial de amparo colectivo presentada por Luis Segovia, abogado defensor de Jorgelina Franco, vecina de barrio Justicia. Franco es la autora del amparo y además representa a los habitantes de la zona sudeste de la ciudad.
Durante la audiencia, a cargo del juez Marcelo Domínguez, las partes expusieron sus posturas. Se sumaron las voces de personas que se encontraban entre el público y dieron información técnica en relación al motivo de la demanda. Además vecinas de Justicia contaron cómo es vivir en el margen del vertedero.
“Nos mandaron a morir en masa”, dijo Vanesa Laguna. La mujer, conmovida, contó que en el barrio se sienten malos olores todo el día y que sus hijas sufren problemas respiratorios. Aída González, por su parte, denunció que en la zona hay una gran proliferación de insectos y de ratas, y que los niños padecen enfermedades en la piel.
El mínimo de distancia población que debería existir con San Javier es de 500 metros. Justicia, que es un barrio comprendido por 356 módulos habitaciones que el Gobierno provincial otorgó a familias que vivían en el asentamiento San Juan de Dios, está a 430. Solidaridad se encuentra 765 metros mientras que el asentamiento Virgen de Urkupiña se ubica a 585 metros.
Pedido de embargo para Agrotécnica Fueguina
Por esta y otras razones, Segovia solicitó una medida de innovar contra la Municipalidad y un embargo del 20% de las ganancias de Agrotécnica Fueguina. “Vamos a ratificar nuestro pedido porque sabemos que hay daños que no se pueden remediar, entonces la empresa va a tener que compensar con dinero a la gente”, explicó el abogado a LA GACETA.
También pidió que antes de habilitar un nuevo módulo de relleno sanitario, el municipio certifique que no contamina y que se dejen de arrojar residuos en el Módulo 1 porque “está colapsado”. “Tienen que acreditar que la trinchera no va a afectar a los vecinos”, agregó Segovia.
En la demanda, el letrado enumeró los fundamentos de la medida cautelar. En primer lugar destacó que Agrotécnica Fueguina no cumple con el proceso de impacto ambiental para el tratamiento de residuos en el Módulo 1 del Vertedero San Javier. “La empresa tiene una conducta crónica defectuosa”, remarcó citando informes de impacto ambiental realizados en 2005, 2006 y 2014.
Además hizo referencia a los estudios técnicos realizados por la Justicia provincial a través de un muestreo realizado por el Cuerpo de Investigaciones Fiscales en el Río Arenales y que en 2017 confirmó graves índices de contaminación y la presencia de preocupantes valores de nitrito, cobre y cinc en el agua.
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“A través de un estudio realizado por la ingeniera Gloria Plaza está comprobada una gran proliferación de vectores como mosquitos, alacranes y ratas en la zona mientras que la tesis de la ingeniera en Recursos Naturales, Fernanda Arnal, demostró que el Vertedero daña la salud de la población de la zona”, expuso Segovia. “Su calidad de vida esta degradada. Los vecinos no viven en un lugar digno y el daño que se causó es irremediable”, sentenció.
Municipalidad desmiente la contaminación
En representación del municipio, el abogado Sebastián Aguirre calificó a la medida cautelar solicitada por la parte demandante como inadmisible porque, según su opinión, generaría un fuerte impacto en el servicio público.
“La parte actoral presenta informes antiguos. Es necesario que se releve el estado actual del Módulo 1 y también investigar cuáles son las fuentes de contaminación. La Municipalidad cumple con las reglas y desmiente el descontrol que le atribuye la parte actoral sobre el mal tratamiento de los residuos”, defendió Aguirre.
Desde el municipio también sumaron las voces del subsecretario de Servicios Públicos de la Municipalidad, Normando Zuñiga; del bioquímico Carlos Juan Bonini y del ingeniero Alberto Daniel Soria, quien contó cómo funciona el Vertedero.
Tanto Zuñiga como Bonini hicieron hincapié en las condiciones de impermeabilidad del terreno. “En su momento detectamos que en la zona había hasta cinco metros de arcilla impermeable con lo cual comprobamos que no se iban a generar filtraciones de líquidos lixiviados en las capas subterráneas. Pensamos que no iba a contaminar”, explicó Bonini, quien expuso conclusiones sobre estudios realizados entre 2010 y 2014.
Además, el Subsecretario de Servicios Públicos ratificó que la habilitación del nuevo módulo “está en vías de ser aprobado” y adelantó tendrá una geomembrana, que será adquirida por el municipio. “Nunca vi una contaminación grave sino mitigable. Impacto ambiental existe en todos lados. Construir una casa genera un impacto ambiental”, opinó.
La palabra de Agrotécnica Fueguina
En concordancia con Zuñiga y Bonini, el abogado de Agrotécnica Fueguina, Ricardo Sepúlveda remarcó que el basural de San Javier es concretamente impermeable. “No hay modo de demostrar que haya contaminación dentro de la función sanitaria ni que un milímetro de líquido lixiviado llegue al Arenales. El río viene contaminado de antes”, dijo el letrado.
Por su parte el ingeniero de la empresa, Julio Cabral negó que el Módulo 1, donde actualmente se realiza el relleno sanitario, este colapsado como aseguró Segovia. “Tiene espacio para seguir trabajando”, aseguró y adelantó que el nuevo módulo ya está en etapa de excavación.
Postura crítica
Tras las exposiciones, uno de los que hizo uso de la palabra fue el doctor en Ciencias Ambientales e investigador del CONICET, Lucas Seghezzo, quien en un informe de 2014 determinó que la gestión de los residuos en el Vertedero San Javier es ineficiente y peligrosa para el medio ambiente.
Con fundamentos técnicos, Seghezzo objetó la defensa del Municipio y de la empresa en relación a la impermeabilidad del terreno y del estado actual del Vertedero.
“El estado actual de San Javier no tiene nada que ver con el fondo de la causa que es la contaminación del río Arenales y que viene desde hace décadas. Además es una enorme falacia que se ponga énfasis en la impermeabilidad del terreno porque la arcilla no es 100% impermeable. Hay grietas en el fondo del relleno sanitario que producen el ingreso de los líquidos lixiviados a las capas subterráneas”, explicó.