San Isidro, el primero y más antiguo de los ingenios azucareros del país está a punto de cerrarse. El grupo empresario peruano Gloria, que lo administra desde 2010, colocó ayer un cartel en el ingreso de la planta de Campo Santo, donde trabajan más de 700 personas de esa localidad, de General Güemes y El Bordo, en el que indica que presentaron un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) ante el Ministerio de Trabajo de la Nación para "cesar las operaciones de la empresa".
Según explica a LA GACETA Mariano Cuenca, secretario general del sindicato SOEASI que agrupa al sector, por el momento no hubo comunicación oficial de la empresa al sindicato y que los trabajadoras no están siendo afectados porque se continuará con el pago de los salarios completos mientras dure el procedimiento. "Cerraron la puerta pero dicen que mientras se lleve adelante el proceso van a seguir cobrando los haberes normalmente", dice el representante y agrega que los sueldos van desde $21.900 hasta $24.000 en una nómina de 712 empleados de la firma.
"Vamos a seguir el proceso legal y esperamos que el Ministerio de Trabajo nos notifique para conocer lo que están planteando en el proceso y programar una mesa de diálogo para llegar a un acuerdo y defender los puestos de trabajo", agrega.
Fundado en 1760 por el Coronel de Milicias Juan Adrián Fernández Cornejo, quien introdujo la caña de azúcar desde la región de Lucumba, en Perú, y desde entonces propiedad de la familia Cornejo hasta su quiebra en 1991, el ingenio se reabrió en 1998. Desde entonces y hasta 2010, cuando comenzó la administración del Grupo Empresario Gloria, el ingenio estuvo en manos del grupo de accionistas argentinos Fernández&García.
CRISIS EN SOSPECHA
Según los trabajadores de San Isidro, la presunta crisis que argumentan desde el grupo empresario no es tal, y en cambio vislumbran una maniobra para achicar la planta de empleados y "Nosotros no vemos que haya ninguna crisis. En 2015 presentaron un proceso preventivo de crisis ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia y se pudo comprobar que la crisis no existía", agrega Cuenca.
Para dar cuenta de estas conclusiones, el secretario aporta los números de la producción 2017. Según este balance, durante la última temporada se produjeron 45.565 toneladas de azúcar orgánico, con un precio de 690 dólares la tonelada, lo que dio un total de u$s31.439.850 para esta variedad.
En cuanto al azúcar blanco, la producción fue de 17.417 toneladas, que se comercializaron en bolsas de 50 kilos por un total de 348.340 bolsas a un valor de $500 cada una, es decir un total de $174.170.000. En cuanto a la producción de biocombustible, el ingenio producjo 12 millones de litros, por un total de $226.512.000. En la suma de toda la producción, San Isidro generó $998.040.150 durante 2017.
PUERTAS CERRADAS
Mientras esperan la llegada de delegados del gobierno nacional y de CTA, las puertas del ingenio permanecen cerradas y se paralizó toda la actividad en los campos y en la planta, que está siendo custodiada por la policía. "Nosotros vamos a convocarnos en asamblea luego de que nos informen lo que presentaron en el proceso de crisis, cuáles son las alternativas para paliar la supuesta crisis", agrega Cuenca.
Cabe señalar que, según explica el secretario, el año pasado la empresa despidió a 60 trabajadores que debieron ser reincorporados luego de la intervención de la Secretaría de Trabajo de la Provincia. Sin embargo, esta vez, el grupo Gloria prefirió tratar directamente con el gobierno nacional para dar curso a su crisis.
SIN RESPUESTA
Desde la empresa administradora no hubo ningún comunimcado oficial sobre la situación de la crisis y tampoco este medio puco contactarse con los asesores legales ni los representantes locales de la firma. Una empleada del sector de Recursos Humanos fue la única en atender telefónicamente y se limitó a decir que "un encargado del área de comunicación se pondrá en contacto con los medios", pero tampoco dio detalles de quién es esta persona ni cuándo se emitirá este comunicado.