María del Carmen jamás imaginó que lo primero que vería al empezar el día serían los desechos cloacales de casi todo el barrio rebalsando por las tuberías de su casa.

La mujer había llegado de viaje la noche antes junto a los otros integrantes de su familia y poco pudieron descansar, ya que durante todo el día tuvieron que trabajar para limpiar su hogar de los desechos cloacales que lo invadieron.

“Cuando llegamos anoche, sentimos ruidos raros y malos olores que salían de las cañerías. Llamamos a Aguas del Norte y nos tomaron el pedido”, relata María del Carmen Amaya, que vive junto a sus esposo y uno de sus hijos en barrio Parque Belgrano.

Luego de efectuar el reclamo se fueron a dormir, agotados y sin pensar en la odisea que tendrían que vivir al otro día.

Cuando la mujer despertó y fue al baño se sorprendió al ver que el inodoro y los resumideros comenzaron a rebalsar. A los pocos minutos el agua se propagó por toda la casa.

La primera reacción de esta familia fue comenzar a sacar el agua con haraganes y como podían, pero el torrente de materia fecal no paraba de crecer.

Por otro lado la lluvia incesante de la mañana de ayer hacía que el nivel del agua aumente y les dificultaba aún más la tarea de limpiar su casa.

“Estábamos en medio de la caca, vi pasar los condones de todo el barrio, no te imaginas” cuenta la mujer sobre la situación que le tocó vivir.

Claramente indignada, María del Carmen manifiesta que “nos sentimos en una situación de indefensión. Desde la empresa nos responden “usted es una de las tantas con problemas en las cloacas”, no nos dan una respuesta técnica”.

Todo el día estuvieron sin poder usar el baño y en una situación desesperante ante la falta de respuestas.

“Ya no sé a quién llamar” comenta la docente jubilada, quien además tuvo que llamar al 911 y a los bomberos en busca de ayuda.

Finalmente, y luego de frustrados intentos por sacar los abundantes desechos cloacales de su casa, el esposo de María del Carmen fue hasta un puesto de Aguas del Norte a buscar ayuda y desde allí mandaron una cuadrilla para que verifique la situación.

“A las 18:30 paró de salir el agua. Vino un plomero, levantaron la tapa y empezaron a sacar agua de ahí” comenta la mujer. Pero la solución definitiva aun parece lejana.

Un problema de vieja data

“Desde abril o mayo del año pasado que venimos teniendo este problema” cuenta María del Carmen, pero jamás había llegado a este extremo.

La docente jubilada cuenta que desde hace casi un año las cañerías se trancan y que desde la empresa que brinda este servicio le comentaron que había unas tuberías que pasan por la esquina de su casa que a veces se sueltan, pero que luego de una pequeña intervención el problema se soluciona por unos días.

“Cada 40 días estamos llamando. Es un arreglo importante el que tienen que hacer”,  expresa María del Carmen y agrega: “ya sabemos que pasa algo cuando sentimos ruidos en el inodoro y olor en las cañerías. Nosotros llamamos y destrancan”.

Por último, la mujer manifiesta que “el barrio creció mucho y antes en una casa donde vivían cuatro ahora viven veinte”.

Sin soluciones definitivas, María del Carmen y su familia siguen conviviendo con los malos olores y con la materia fecal del barrio saliendo por las cañerías de su casa.